martes, 17 de noviembre de 2009

La trama

La Gran Araña es capaz de recorrer sobre sus hilos de metamateria distancias imposibles. Su capacidad de movimiento incluye todas las dimensiones, incluido el tiempo, por donde deja resbalar su veneno, que gotea y, al caer, crea mundos. La Gran Araña trama en el vacío nuestros destinos como quien lanza una piedra al azar y te rompe la cabeza. Pero no sabe, en su inconsciencia infinita, que un día, un niño la descubrirá en la esquina de la buhardilla y aplastará su cefalotórax con el zapato, liberándonos, por fin, de la urdimbre que anuda nuestros días.

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